Estas son las ideas clave de este post. Si alguna de ellas te parece interesante, te aconsejo que lo sigas leyendo
- El blockchain es una tecnología totalmente nueva que dará sus frutos conforme se ofrezcan al mercado aplicaciones y Plataformas que desarrollen su enorme potencial
- Las criptomonedas, y en concreto el bitcoin son las “killer app” que han dado a conocer y popularizado la tecnología blockchain. De momento son una burbuja especulativa. En mi opinión, los gobiernos y los “lobbies” financieros pincharán más pronto que tarde esa burbuja
- Si en un sector se pueden desarrollar utilidades utilizando el blockchain, ese es el inmobiliario, al proporcionar seguridad, flexibilidad y escalabilidad en varias fases críticas del proceso de inversión, comercialización y transacción de propiedades
- El crowfunding, el escrow o la tokenización de los activos son las principales aplicaciones que se otean en el horizonte, siempre que el contexto legal se modernice y las posibilite
- Merece la pena familiarizarse con la tecnología blockchain, igual que en su momento mereció la pena entender la potencialidad de internet o de las aplicaciones móviles. Es complejo, pero este post te ayudará a clarificar agunas ideas
Una historia de innovación permanente
Los boomers nos hemos acostumbrado a ver pasar nuestra vida como si fuera una película de ciencia ficción que se va haciendo realidad con cada nueva innovación. Especialmente si eres además un Trekkie, como yo, pegado a la televisión en tu infancia siempre que se estrenaba un nuevo capítulo de Star Trek (o Viaje a las Estrellas, como se llamaba titulaba en aquella época la versión doblada en español supuestamente neutro, pero con un claro deje latino). Ya de niños contemplábamos con asombro cómo la tripulación se comunicaba con un artilugio que era el precedente de los teléfonos móviles y cómo el ingeniero jefe consultaba datos en un ipad, antes que se Apple los lanzara al mercado y los pusiera de moda. Y ahora resulta -según noticias de esta misma semana – que una empresa israelí está fabricando filetes de carne mediante una impresora 3D, cuyos depósitos se cargan con un material compuesto por cultivos en laboratorio derivados de células madre. Eso ya estaba en Star Trek, donde la comida se fabricaba al instante en unos artilugios parecidos a impresoras empotradas en los muros de la Enterprise.
Ver para creer. Y lo que ahora estamos viendo con la tecnología blockchain también parece de ciencia ficción, solo que ningún guionista llegó a imaginárselo previamente. Como “early adopter” de cualquier innovación tecnológica que se ponga a tiro, me interesa mucho desde hace tiempo lo que está pasando con el blockchain, creada en 2007 como soporte de un invento ahora muy popular conocido llamado bitcoin, una criptomoneda. Afortunadamente, cuento entre mis amigos a José García Caballero, conocedor del tema como nadie y co-emprendedor de su propia startup de blockchain inmobiliario, llamada REAL FUND. Leyendo su interesante blog y preguntándole directamente he ido aprendiendo nociones básicas de blockchain inmobiliario, que ahora me gustaría compartir, sobre todo para los que no tuvieron la suerte de asistir al FAI CONECTA LIVE en el que presenté a mi amigo José García.
Para explicar lo que está pasando con el blockchain, José nos remite a la tecnología http, que con ese críptico acrónimo denomina lo que está detrás de internet y todo lo que de internet se deriva, empezando por el correo electrónico y acabando de momento por las plataformas online más complejas, pasando por las diferentes encarnaciones de la world wide web inventada por Tim Berner en un laboratorio del CERN donde trabajaba como consultor externo. Hablar de blockchain ahora es como hablar de http hace tres décadas, cuando aún no existía siquiera la web. La primera utilidad práctica de internet durante mucho tiempo fue el correo electrónico, que había empezado a usarse masivamente en las universidades y saltaría pronto al mundo comercial. De la utilidad del blockchain solo sabemos en este momento lo de las criptomonedas, pero ya están empezando a desarrollarse aplicaciones y Plataformas que incorporan ese tecnología -invisible para el lego- proporcionándonos herramientas útiles para el día a día, en este caso de nuestro negocio de comercialización de propiedades. Una de ellas ya está aquí, y es a lo que se dedica Real Fund: la tokenización de activos inmateriales para el Sector inmobiliario. Y siento decirlo tan claro para quien confunda la utilidad del blockchain inmobiliario con pagar propiedades en criptomonedas: eso es una anécdota en relación con lo que dará de sí para nuestro sector la tokenización de activos inmateriales en soporte digital.
Hace unos meses, los desconocedores de la tecnología blockchain asistimos atónitos al resultado de la subasta de un NFT consistente en una colección de fotografías ordenadas cronológicamente por su autor a modo de diario. Un álbum de fotos, vamos. El misterio de la cosa es cómo alguien pagó millones de dólares por un archivo digital que contenía esas fotos. Los curiosos aprendimos profundizando en esa noticia lo que permite la tecnología blockchain, que no es otra cosa que convertir un archivo digital en un activo blindado a las modificaciones y, por tanto, más seguro que si estuviera forjado en el material más incorruptible del universo. Eso ni más ni menos es un Non Fungible Token (NFT). El contenido en sí puede ser una chorrada tal que una fotografía de una cámara digital. Lo que cuenta es que las características que lo “adornan”, como la fecha, el propietario y, sí, el contenido mismo, no pueden ser falseados o modificados por ningún interviniente externo. Y de esa incorruptibilidad, y de la certeza que otorga, se deriva otra característica esencial del blockchain: no es necesario que haya una autoridad certificadora porque la certificación externa -aunque puede formar parte del token si así se ha concebido- deja de ser imprescindible. ¿Qué consecuencias puede tener esta tecnología y en qué campos de la economía? La respuesta es: enormes, y prácticamente en todos.
Las aplicaciones de blockchain inmobiliario ahora
Aparte del pago en criptomonedas, siempre que el propietario acepte esa modalidad, el blockchain se está utilizando para generar crowfunding, como en el caso real de Real Fund aplicado a un proyecto de glamping (camping con glamour), algo muy de moda actualmente, en Sitges, a cuya presentación online asistí por invitación de la plataforma. Utilizar la tecnología blockchain para este fondo de inversión colectivo, reporta seguridad a las partes y permite unir al inversor con el promotor mediante un smart contract, otra funcionalidad que permite esta tecnología, por el cual determinadas recompensas se activan de forma automática en función de ciertos resultados.
Otra aplicación enmarcada de forma natural en el blockchain inmobiliario es la tokenización de los títulos de propiedad que se está realizando por parte del Gobierno de Suecia. Que esos procesos traigan con el tiempo la desaparición de los Registros de la Propiedad es poco probable. La interacción entre el mundo físico y el online es en lo que ha devenido internet y sus aplicaciones. Probablemente sucederá lo mismo en el mundo blockchain, con monedas de curso legal respaldando criptomonedas de los Bancos Centrales. A pesar de que blockchain prometa desintermediación en el ámbito financiero, es poco probable que eso ocurra en el ámbito del dinero legal, como ya comprobó Facebook con su intento de lanzar una criptomoneda propia llamada “libra”.
Las promesas del blockchain inmobiliario
Es difícil prever lo que ocurrirá con las aplicaciones de blockchain en el futuro, igual que era difícil de prever el desarrollo de la www en los momentos iniciales de la invención de internet, por no hablar de la omnipresencia del internet móvil y su interminable colección de apps. Aparte del crowfunding, y la tokenización de los títulos de propiedad, hay tres aplicaciones que ya se adivinan: el scrow por blockchain, la internacionalización de la compraventa inmobiliaria y los smart contract de alquiler.
El escrow es ser un servicio muy utilizado que ofrecen determinadas entidades en el mundo anglosajón. Sirve para dar seguridad a la parte compradora, vendedora y a los profesionales que intermedian entre ellos en lo que aquí denominamos la “paga y señal”. En vez del agente inmobiliario o propietario recibiendo dinero del comprador, es esta entidad el que lo recibe con el compromiso de ser entregado al propietario cuando la transacción se finalice, o ser devuelto total o parcialmente en el caso de que no se formalice la operación. Un smart contract en blockchain haría perfectamente la función de escrow sin necesidad de recurrir a una entidad externa que le dé soporte. El cómo se concrete la tokenización de esa smart contract y quien lo haga, es otra cosa. No conozco en este momento ninguna plataforma que ofrezca este servicio, pero es cuestión de tiempo que surja alguna startup en base a este servicio.
Los smart contract, por otra parte, podrían aplicarse, por ejemplo, a los contratos de alquiler, en los que sería más fácil activar automáticamente cláusulas condicionadas como la devolución de las fianzas o el pago del exceso de consumos a partir de una determinada cantidad.
Pero puede que la “killer aplication” del blockchain acabe siendo la compra directa de propiedades online, internacional y/colectiva. La seguridad y flexibilidad que ofrece esta tecnología podría servir, por ejemplo, para que un grupo de compradores no conectados entre sí, financien la compra de una propiedad concreta ligada a un smart contract que asegure una rentabilidad fija o variable dependiendo de las circunstancias de mercado. Los compradores / inversores, incluso de diferentes países, tendrían la plena seguridad, por ejemplo, de que el tour virtual de la propiedad corresponde a la realidad y está ligada a un derecho de la propiedad. Y que el dinero que pone para el crowfunding es el pactado, así como que la rentabilidad prevista se convertirá en rentabilidad real. Hay que imaginarse una operación de este calibre en el contexto actual: sería casi imposible. En un entorno de blockchain será el pan nuestro de cada día.
La esencia del blockchain
El blockchain, en esencia, es una tecnología que permite una relación segura y flexible con un activo digital, sea una imagen, un contrato, una identidad personal o una condición de titularidad. Permite verificar ese activo digital y trazar su historial de pertenencias, y los derechos y obligaciones que están ligados a él, reflejados de forma indeleble en los bloques encadenados de información, que son como libros contables inmodificables y protegidos contra toda falsificación.
Y sí, hay que puntualizar antes de terminar, que el blockchain se enfrenta a fuerzas poderosas interesadas en impedir el desarrollo de esta tecnología o más bien en orientarla a sus propios intereses, como en el caso de los gobiernos y las entidades financieras. Y hay también un movimiento muy importante que niega a esta tecnología el derecho a existir por razones ecológicas, ya que los procesos de verificación necesarios para asegurar el funcionamiento de los bloques encadenados exigen un alto consumo de energía, que va en la dirección contraria a los esfuerzos por combatir el calentamiento global. Los ingenieros informáticos se afanan en disminuir este consumo en la actualidad, pero la realidad es que, entre incentivos y objeciones, el futuro del blockchain está aún muy lejos de quedar claro.